Indonesia — Acusación Insuficiente al Líder de la Milicia
(Nueva York, 3 de octubre de 2000) — Human Rights Watch dijo hoy que la acusación de Indonesia al célebre líder de la milicia Eurico Gutteres es un paso necesario pero insuficiente para abordar la violencia en Timor Occidental.

La acusación sólo cobrará sentido si Gutteres es rápidamente arrestado y procesado. El gobierno indonesio tiene que demostrar que va en serio en lo de poner riendas a esos criminales.

Joe Saunders, Subdirector de la División de Asia de Human Rights Watch


"Eurico Gutteres fue uno de los matones claves detrás de la violencia en Timor Oriental, y hemos estado esperando durante más de un año para verlo entre rejas", dijo Joe Saunders, subdirector de la divisón de Asia de Human Rights Watch. "La acusación sólo cobrará sentido si Gutteres es rápidamente arrestado y procesado. El gobierno indonesio tiene que demostrar que va en serio en lo de poner riendas a esos criminales".

Eurico Gutteres fue uno de los principales operarios del ejército indonesio en Timor Oriental a lo largo de 1999, y el líder de la milicia Aitarak, con base en Dili. Ayer fue acusado formalmente de posesión ilegal de armas de fuego por la oficina del Fiscal General de Indonesia.

Bajo la dirección de Eurico, en 1999 Aitarak tomó la iniciativa en la organización de manifestaciones pro-indonesias que frecuentemente se transformaban en violentos ataques a partidarios de la independencia. Tras el referéndum por la independencia del 30 de agosto, ayudó a coordinar la expulsión forzada a Indonesia de decenas de miles de habitantes de Timor Oriental.

A pesar de la acusación, Eurico no ha sido detenido y tiene libertad de movimiento en Indonesia. Se ha retratado a sí mismo como un héroe incomprendido de la unidad nacional y ha advertido de la posibilidad de reacciones violentas de sus seguidores en Timor Occidental en caso de ser arrestado.

Human Rights Watch sostiene que, tras la acusación, el gobierno indonesio debería:

  • Detener a Eurico Gutteres y fortalecer los cargos contra él;
  • Explicar al público indonesio cuáles han sido sus actividades criminales, incluyendo el papel de los miembros de Aitarak en la destrucción de tierra quemada de Timor Oriental y los ataques homicidas a civiles;
  • Preparar el arresto inmediato de sus seguidores en Timor Occidental si responden a la acusación formal con violencia;
  • Preparar un plan detallado para la separación de criminales reconocidos del resto de la población refugiada en Timor Occidental, cifrada en torno a 100.000 personas, y repatriar a aquellos que quieran regresar a Timor Oriental;
  • Cooperar plenamente con la delegación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Tal delegación debería tener un mandato claro para verificar la conformidad de Indonesia con la Resolución 1319 del Consejo de Seguridad, adoptada el 8 de septiembre de 2000, haciendo un llamamiento a la "acción inmediata y efectiva" para resolver la crisis actual en Timor Occidental;

"Eurico no es un héroe, es un criminal", dijo Saunders. "Pero ha hecho un gran trabajo manipulando la opinión pública indonesia para retratarse como una víctima, y los más altos oficiales indonesios le han dejado a sus anchas".

Eurico Gutteres comenzó su actividad política como mensajero de Falintil, una guerrilla de Timor Oriental. Cuando era joven era conocido como militante a favor de la independencia. Fue arrestado en 1991 tras un tiroteo del ejército contra manifestantes, en lo que se conoce como la masacre de Dili. Cuando fue liberado, ya había cambiado de bando y se convirtió en herramienta del ejército indonesio. En 1995 fue nombrado uno de los líderes de Gardapaksi, el Frente Juvenil para Lograr la Integración, una organización creada por el yerno del ex-Presidente Soeharto, el General Prabowo, para contrarrestar las actividades pro-independentistas. Gardapaksi, enteramente fundada por el gobierno indonesio, es responsable de muchos ataques contra partidarios de la independencia entre 1995 y el final de 1998. Como la presión internacional y de la Iglesia para desmantelar Gardapaksi aumentó, Eurico la disolvió, sólo para reorganizarla con la ayuda del ejército y convertirla en la milicia Aitarak en 1999.

Human Rights Watch reiteró su llamamiento a que los donantes a Indonesia pospongan su reunión annual, prevista para los días 17 y 18 de octubre en Tokyo, hasta que Indonesia actúe para resolver la crisis en Timor Occidental. LOS DERECHOS HUMANOS EN INDONESIA (en inglés) REGRESAR

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